Siempre me ha gustado ser mamá pero pensé que nunca le tendría amor a hacer las cosas de la casa como organizar mis cosas, limpiar, lavar, etc. Hacía todo lo relacionado con mi casa porque me tocaba pero nunca lo hice con tanto amor como ahora que sé la diferencia que hace tener hábitos y mantener el orden de la casa.
Y es que ya desde hace años me he dado cuenta que trabajo mejor, estoy de mejor humor y todos estamos más tranquilos cuando la casa está limpia y ordenada. Claro que es casi imposible que esté perfecta, pero de una forma aceptable. Los cambios que empecé a implementar poco a poco fueron:
Tender mi cama todos los días
Despertarme y tender mi cama es un hábito que es “contagioso.” Lo llamo contagioso porque se contagia hacia otras partes de mi vida. Al hacer mi cama, termino recogiendo otras cosas que están fuera de su lugar y me motiva a mantenerlo en orden.
Tener el lavadero de platos vacío lo más posible
Tuve que empezar a usar la lavadora de platos que antes no me gustaba. Ahora la prendo en la noche, así en la mañana me dedico a guardarlos temprano y puedo ir guardando los platos sucios durante el día rápidamente y es más fácil tener el lavadero vacío.
Que cada cosa tenga su lugar
Lo más difícil fue acostumbrar a mis hijos, pero ahora ya necesitan menos recordatorios que antes. Entonces, cada vez que les pido que se lleven algo de un lugar que no corresponde, saben exactamente a donde llevarlo.
Barrer mi cocina casi todas las noches (y después de cada comida, cuando puedo)
Esto ayuda a que no se acumulen las migajas y se vayan a otras áreas de la casa, así la casa se mantiene más limpia a largo plazo.
Hacer la limpieza de los sábados
Desde hace años dedicamos los sábados por la mañana a limpiar la casa. Cada niño arregla su dormitorio y hace una cosa más para ayudar a arreglar la casa, de acuerdo a su edad. Si por una razón u otra no es posible (deportes, compromisos) hacemos una limpieza más o menos profunda cada 2 o 3 semanas sin falta.
No dejar que los quehaceres se amontonen
Uno de los hábitos más importantes que he cultivado es el tratar de limpiar u ordenar apenas pueda. Por ejemplo, si tenemos una reunión, tratar de limpiar de inmediato para que no quede para otro día. O si los niños juegan ( a veces esos juegos pueden durar días, como una maratón de Barbies, Monopolio o Nerf Guns), es seguro que el sábado (nuestro día de limpieza) lo guardamos para poder limpiar bien. O algo tan sencillo como que si terminamos de comer, dejar todo limpio para la siguiente comida del día.
Compartir los quehaceres con tu familia
En mi casa todos ayudamos. Somos un equipo y para poder disfrutar de tiempo libre todos debemos colaborar. No es fácil hacer que los demás cumplan con sus quehaceres, pero explicando porqué es bueno ayudar todos, haciéndolo parte de sus tareas diarias y dando una pequeña recompensa después de ayudar en quehaceres mayores ¡usualmente funciona!
La verdad es que si hiciera todas esas cosas juntas pareciera que mi casa siempre está perfecta, pero no es así. No siempre cumplo con todo, pero por lo menos ahora ya tengo una idea más específica y organizada de lo que debo hacer para mantener mejor mi hogar y ¡ha funcionado!
Cuéntame, ¿cuál es la tarea del hogar que sientes que no puedes dejar de hacer y que mantiene tu casa en mejor estado?