5 hábitos en el supermercado que te hacen gastar más de la cuenta

Todos cometemos errores a la hora de ahorrar dinero, especialmente cuando tratamos de gastar menos en compras de comida. No me salvo de esa. Han habido épocas ocupadas en las que no he podido planear nuestras comidas o he tenido que comprar más alimentos preparados de lo normal. Pero aunque parezca que los pequeños sacrificios no valen la pena, es importante no desistir y siempre volver a intentar.

Por más ocupada que estés no permitas que estos errores a la hora de comprar comida se conviertan en hábitos. Si cometes uno de estos errores, simplemente procura no volver a hacerlo la próxima vez. Si practicas buenas costumbres ahorrativas a la hora de comprar por varios meses o años, estas quedarán tan grabadas en ti que por más apurada u ocupada que estés las podrás practicar y minimizar tus gastos.

Error #1: Ir sin un plan

Ir al supermercado por un galón de leche y “un par de cosas más” es lo peor que le puede pasar a mi presupuesto. ¡Y peor si voy con hambre! Varias de esas visitas al Publix ¡y me gasté $100 en cualquier cosa ese mes!

Cuando uso mi agenda y planeo ir un día al supermercado, sé lo que planeamos comer esa semana, y lo que necesito comprar. Además, salgo de la casa con el estómago lleno (ya saben lo que pasa cuando uno hace las compras con hambre), habiendo revisado lo que había y lo que no había en la refrigeradora y la alacena y con una lista para que no se me olvide nada.

Lee también: Cómo planear comidas para ahorrar dinero y comer saludable

Error #2: No fijarte en el precio por unidad

A veces, por ahorrar un poquito de dinero compramos el paquete más grande porque asumimos que al venir más nos cobrarán menos por onza, libra o unidad. Pero debes fijarte bien porque no siempre es así. Especialmente si el paquete pequeño está en oferta o precio especial y, mejor aún, tienes cupones de comida que puedes usar.

De todas formas, siempre es bueno llevar una calculadora o usar la del celular para realmente qué tamaño sale más económico.

Error #3: No revisar fechas de expiración o comprar mucha comida que se daña rápido

¡Qué fastidio llegar a la casa, guardar toda la comida y después de un par de días sacar algo para cocinar y ver que está dañado o expirado! Recuerda ver las fechas de expiración en los paquetes al comprar.

Si no puedes o quieres ir muy seguido al supermercado pero quieres tener todo lo necesario, recuerda que hay que comprar una combinación de alimentos para que no se dañen. Algunos frescos para los primeros días y otros congelados (algunas carnes, frutas para batidos, vegetaleso en lata (frejoles, atún) para que te duren para esos días antes de volver a salir de compras.

Error #4: Pensar que lo genérico siempre es más barato

Los productos genéricos muchas veces son de buena calidad y una opción excelente cuando uno no tiene cupones o necesita algo que no está con descuento. Estos productos salen mucho más baratos porque muchas veces lo que uno paga caro es todo el marketing que se le hace a la marca y como el genérico no incluye ese costo, sale mucho más económico. Pero si planeas tu compra y llevas los cupones necesarios, te darás cuenta que de esta forma puedes comprar tus marcas favoritas por mucho menos dinero.

Cuando me preguntan si recomiendo comprar productos genéricos, siempre digo que depende del producto. Todas las tiendas tienen productos genéricos y algunos son de la misma calidad que los de marca. Yo me he topado con excelentes productos genéricos. Otros, hacen que uno tenga que usar más del producto para que funcione o no son de buena calidad. La cosa es probarlos y/o ver si los ingredientes son iguales.

Error #5: Comprar frutas y vegetales fuera de temporada o darse muchos “lujos”

Esto casi siempre me pasa cuando voy al supermercado con hambre. Compramos cosas que se nos antojan o que no están al mejor precio.

Usualmente compro frutas y verduras que estén en oferta (casi siempre lo que está en temporada) y eso es lo que comemos en la semana. Sí nos permitimos algo de “lujo” como un plato de sushi para compartir, un tipo especial de queso, o alguna comida que nos provoque. Esta semana, por ejemplo, fueron unos crab cakes que todos queríamos probar. Esto es para no aburrirnos con nuestras comidas o para sentir que sí nos damos un gustito, solo que no dejamos que eso haga un desastre nuestro presupuesto de comida. Lo importante es no dejar que esos antojos se apoderen de toda la compra.

Otra cosa que siempre nos ayuda es enfocarnos en comer en casa, procurar no pasar por el drive-thru y tratar de no comprar muchos alimentos procesados o preparados. Obviamente, a veces fallamos y hemos cometido cada uno de estos errores, pero los hemos convertido en aprendizaje y ahora los comparto contigo para que también te fijes en no dejar que esas fallas se conviertan en hábitos, ¡y para crear nuevas costumbres ahorrativas en tu familia!

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